Der Trommler - Parte 7

Considerando que esta semana mis instintos baterísticos se han exacerbado producto del casting de bateros que está haciendo Dream Theater (no para candidatearme, sino por ver a tal nivel de maestros presentarse como postulantes), esta semana llegué prendido a las clase con don Camilo Torres..., con Sergio Zúñiga, otro estudiante, estuvimos conversando del reality que armaron para la elección y comentamos la "vulgar demostración de poder" que se ve en esos videos al ritmo de un "no somos dignos" implícito...

Después de repasar algunos fills bastante malditos (en realidad unos sólo me sacó "canas verdes"...) mi profe me pidió la batería para mostrarme algunas variaciones de los ejercicios que estaban contemplados en la clase, por lo que me cambié de kit y me senté en el más pro, el cual, para mi sorpresa, tenía instalado el doble pedal... ante semejante tentación, junté toda la madurez de mis 30 años y apliqué la pregunta de rigor: "¿puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, anda, anda, anda, di que siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii? (cara de Gato con Botas incluida, claramente)", como la respuesta fue positiva, apreté el hi-hat para evitar el ruido innecesario y me puse a tocar un rato a ver que salía con los dos pedales... siendo el resultado bastante satisfactorio (de mi parte por que noté que podía hacer algunas figuras y del Camilo... según sus palabras "se llevó una agradable sorpresa", destacando que podía partir con golpes de bombo con la pierna derecha, algo imposible para él hasta el momento), por lo que me están bajando unas ganas infernales de tasar un doble pedal, por último, para molestar a los vecinos con más estilo... sería un bonito auto-regalo...

Independiente de lo anterior, las clases han ido algo reguleques, debido a que le pedí al maestro que reforzara las cosas que claramente noto débiles de mi "estilo" como son los fills y figuras un poco más complejas que las habituales hi-hat/bombo/caja... lo cual se ha tornado en una auténtica tortura china... bueno, nadie dijo que la vida era fácil y como dijo el Camilo hoy "si el cliente lo pide, el ciente siempre tiene la razón"...

Aprovecho de pedir disculpas a mis compañeros de oficina por el ruido constante de pies y lápices, pero sin eso, el segundo párrafo de este post nunca se hubiese podido escribir... y para los que no me conocen y pasan con cara de WTF cada vez que estoy con audífonos, pegándole al aire: "gracias por su comprensión, cada loco con su tema..." jejejeje

...the final frontier

Sentimientos encontrados después de la última presentación de la Bestia en nuestro país, simplemente, por que me había hecho muchas expectativas respecto al show, el Estadio Nacional me parece casi un triunfo para el Heavy Metal, espacio reservado para convocatorias más populares, demostrando de esta forma que Maiden es casi una religión que año a año renueva y genera más adeptos, sin embargo, el recinto no se llenó (considerando que no era una presentación de Grandes Exitos, era casi predecible...) y siento que no se vivió (o no viví... seamos sinceros) la efervescencia de venidas anteriores, con la partida apoteósica de “Aces High” o similares (esta opinión es netamente personal, lo recalco)... además que por la posición que tuve en cancha no pude disfrutar a cabalidad del espectáculo visual que traían como montaje, así como escuché un sonido bastante bajo o poco potente (siempre había salido medio sordo y disfónico, esta vez no se dio, lo que para mi es una pena)...

Vamos por partes, la presentación de los teloneros estuvo correcta, con un Kingdom Of Hate que apeló bastante a los nacionalismos para encender la caldera y unos Exodus que a punta de un sónido clásico de Thrash (y uno que otro chi-chi-chi) logró dejar algo prendidos al público, el que lamentablemente al parecer esperaba el plato fuerte con ansias.... minutos para las 9 de la noche aparece en escena Sam Dunn, indicando que se grabaría un DVD y que esperaba que fuéramos más ruidosos que el público argentino (si con eso no reaccionábamos, no se que podría hacernos saltar, apelando a lo más profundo de nuestro patriotismo!!), posteriormente “Doctor, Doctor” de UFO (más que predecible esto señores!) y a las 21:00, haciendo honor a la nacionalidad... comienza la intro de “Satellite 15” (interminable a mi parecer), para proseguir con el primer corte homónimo del disco que sustenta la gira, que empezó a calentar de a poco al respetable... el set, en general eligió lo mejor del disco nuevo, insisto, a mi parecer (“The Final Frontier”, “El Dorado”, “The Talisman” [pedazo de tema!], “Coming Home” y “When The Wild Wind Blows”) con los clásicos de siempre (“2 Minutes To Midnight”, “The Trooper”, “The Evil That Men Do”, “Fear Of The Dark”, “Iron Maiden” o “Blood Brothers”). Dentro del set normal, dos perlas que me quitaron el aliento definitivamente fueron: “Dance Of Death”, recuerdo el concierto de 2004 donde no le tomé el peso a lo que estaba escuchando y ahora pude re-apreciar tremenda obra, con un Dickinson pletórico en la voz y una base rítmica perfecta, el otro momento fue “The Wicker Man”, recuerdo cuando tenía “la mano” para venir a Santiago, aquel mítico 15 de enero de 2001 y el muy maldito profesor de diseño de algoritmos (cuyo nombre juré no volver a pronunciar, pero que es Patricio Gálvez, sólo para dejar el registro histórico de mi ira), no me dejó adelantar el examen y me lo perdí con un mes de anticipación, así que tuve que esperar 10 años para poder escuchar ese riff demoledor y las líricas casi poéticas que marcó el retorno de Bruce Dickinson a la banda más grande del heavy metal. Mención aparte merece la participación del Eddie móvil (en “The Evil That Men Do”), quien esta vez, a parte de molestar a Gers, se dió el lujo de “tocar un par de riffs” con la dupla Smith/Murray, así como el Eddie estático que apareció en “Iron Maiden”, tras la batería de Nicko, recordándome un tanto a los marcianos de “Mars Attack” y que por el tamaño y movimiento (obviando lo mítico de la mascota...), se ganó una ovación más que merecida...

Acierto fotográfico de mi primo, con el que estuvimos alabando a la Bestia

Para el encore del show, tres tesoros, las incombustibles “The Number Of The Beast” (la de señoras que debieron estar rezando en los alrededores del Nacional a esa hora jejejeje) y mi canción favorita de la banda, la eterna “Hallowed By Thy Name” (si no hubiese por que me agarré en un cruce de palabrotas con una señorita, hubiese estado perfecta), cerrando la noche con una perla extraída del baúl de los recuerdos, “Running Free” (con Harris en las segundas voces, a lo Live After Death, uff que recuerdos...!!) se encargó de agotar las últimas reservas de energía que quedaban, dejando al público rendido y listo para la partida a casa...

En resumen, como conversaba con mi primo Sergio, este no es el mejor concierto de Iron Maiden al que he ido (considerando que es el cuarto, algo de eso puedo decir), el desplante de la banda, la fuerza de Dickinson, el talento de Murray/Smith/Gers intacto, el liderazgo de Harris y la precisión de McBrain intactas, sin embargo creo que esta vez el que andaba fuera de sintonía era yo y por eso encontré muchas cosas malas o quizás (insisto) tenía expectativas más altas por el hype del Nacional y el DVD... si leen otros reviews, quizás pensarán que fui a otro concierto... si vas a ver a tu banda favorita y no lo disfrutas, algo malo debe estar pasando...

A la entrada del concierto, con el elefante blanco de fondo

...nada que decir

Comenzando con la tanda de conciertos del 2011, el martes recién pasado asistí a la visita de Slash a nuestra tierra, concierto agendado en el Teatro Caupolicán para las 21:00 hrs... nos juntamos con unos amigos del trabajo y nos dispusimos a disfrutar. No se si les pase, pero en mi caso, tengo artistas que les tengo cariño, algo como buena onda, así que a pesar que dudé harto en ir al concierto (más que nada de flojo, nada más allá...) igual al almuerzo fui a comprar la entrada, con la extraña sensación de no defraudar a un amigo, más que del músico que tenía en frente...

Con puntualidad inglesa se dejó caer la banda, sin mayores parafernalias que la voz en off que presentó el show y con un marco de público excelente (no se si repleto, pero quedaban pocos espacios), arrancando con "Ghost" de su placa solista, demostrando lo atronador del sonido que se venía y la solidez de la banda, donde cada uno entendía el papel que le tocaba a la perfección, dejando espacio para que Slash hiciera su propio show y Miles Kennedy se perfilara como un gran frontman, a pesar de sonar saturado en muchos pasajes del concierto.

Del setlist presentado, destaca el equilibrio entre los temas de su disco en solitario, así como los éxitos de las principales bandas donde participó, siendo claramente el eje y plato principal, los clásicos de los 80's de los Gunners. A medida que avanzaron las 2 horas de show, se descolgaron piezas como "Back From Cali", "Starlight", "Nothing To Say", "Doctor Alibi", "Beautiful Dangerous", "Watch This" y "By The Sword" del disco de 2010, acá me detengo un segundo, considerando que en el disco las voces de "Beautiful Dangerous" están a cargo de Fergie (¿alguien no la conoce?), no se me pasó por la mente que la tocaran, personalmente me gusta harto el tema, así que se agradece. Lo anterior se mezcló con "Sucker Train Blues" y "Slither" de Velvet Revolver, dejando el espacio para "Mean Bone" y "Rise Today" de Slash's Snakepit (primer proyecto después del quiebre de GNR) y Alter Bridge respectivamente (Miles Kennedy es más que el frontman de este proyecto...), pero sin lugar a dudas la mayoría de los aplausos se lo llevó el repertorio de la banda que lanzó a la fama al ídolo de las seis cuerdas, sacando a relucir "Nightrain", "Rocket Queen", "Civil War" (jamás pensé que podría gritar el verso "When everybody's fightin' for their promised land" en vivo... impagable), "My Michelle", "Patience", "Sweet Child O’ Mine", "Mr. Brownstone" culminando con una versión atronadora de "Paradise City", así, considerando la fuerza que tuvo la ejecución de estos clásicos, fue difícil abstraerme del tema y terminé arriba de la butaca, con la garganta casi en la mano...

Imagen usurpada del sitio RockNVivo

Tal como lo dije en twitter, durante 2 horas me sentí de vuelta en la Educación Media, donde el cassete 'Appetite For Destruction' andaba en la mochila más veces que el lápiz o la libreta, donde las notas ejecutadas sobre la Gibson Les Paul de Slash eran la banda sonora de las tardes o de los viajes fuera de Constitución... por 2 horas estuve 15 años en el pasado... si eso no hace especial a un puñado de canciones, no se que lo hará...

En resumen, escuchar el 50% de uno de mis discos favoritos en vivo, no tiene precio, ver a uno de tus ídolos de la juventud tampoco, disfrutar de un espectáculo más que sólido como el del martes sólo puede ser superado por una reunión de Guns N' Roses... en fin, a veces es mejor tener fe y creer que los milagros pueden suceder...

...time to relax

Hacía rato que en una conversación entre los "rockillanos" había salido el tema de irnos a tontear un fin de semana fuera de Santiago, sólo por dar jugo y en un acto de heroísmo sin límites, Denis había ofrecido su casa de veraneo familiar que queda en Cáhuil, en la Sexta Región (cerca de Pichilemu), así que le pusimos fecha y rajamos los 4/6 que finalmente pudimos viajar (compromisos y licencia impidieron que Lete y Janox nos agancharan...) este primer fin de semana de abril...

Denis, Racuna y Lucho pudieron emprender el viaje el viernes en la tarde, mientras que yo no pude por motivos laborales, zarpando el sábado a las 9:00... el almuerzo del sábado estuvo maestro (en un restaurant que no daré el nombre, por que sería para un bullying masivo...) bien cargado a lo marino (pescado frito y machas a la parmesana, disfrutadas por todos, salvo Racuna, el cual no tolera los alimentos de origen playero), para proseguir con una caminada por la playa, donde Racuna y Denis se aplicaron su cabalgata, algo que está fuera de mi gusto, considerando mi "tensa relación" con los animales... para cerrar con una compra en el centro de Pichilemu, para un asado (agendado para el sábado, pero por razones estomacales, desplazado para el almuerzo del domingo...) y la correspondiente ración de líquidos de diversas especies... cerrando el sábado con una amena conversa musical (de fondo con el concierto 50° aniversario de Fender y el Classics Albums: Dark Side of the Moon), unos cedieron antes que otros, pero eso queda en el seno de la banda jejejeje...

El domingo aplicamos desayuno de campeones, con pan amasado, huevos con queso y té o cerveza dependiendo del comensal, lo que nos dio energía para la caminata al cerro que estaba cerca de la casa, donde no pudimos ver ninguna sacada de cresta, pero si varias postales memorables de la costa de la Sexta región, así como las casas preciosas que adornaban el bosque... para cerrar el domingo, el postergado asado (pucha que hacía tiempo que no pelaba tantas papas jejejeje) con lo que siguió una merecida siesta, la ordenada de bolso y la salida a Pichilemu a bordo de un colectivo para 6 personas (no daré el orden de los pasajeros, para cuidar el secreto de la amistad)... el bus la hizo cortísima y ahora estoy transmitiendo live & direct desde Santiago...

En resumen, un fin de semana redondo, con muy buenos amigos, donde abundó la buena comida, la conversa y las risas por doquier... espero que se repita, en Cáhuil o en otra parte...