...the course of nature (pt. 1)

Como todos sabrán a esta altura de la semana, la madrugada del sábado la naturaleza se encargo de recordarnos lo insignificante que somos y lo que valen todas las cosas que podemos acumular a lo largo de nuestra vida... enfocando su ira en la VII y VIII regiones de Chile, donde se encuentra mi ciudad natal y donde acababa de llegar de vacaciones...

El motivo de este post no es hablar sobre el terremoto, lo haré más adelante (por eso lo de parte 1), pero si es un pequeño tributo para alguien que no alcanzará a relatarnos como vivió la experiencia... así es, lamentablemente mi familia vivió una pérdida más allá de lo material, una pérdida que dejó una grieta mucho más profunda que la tierra que se abrió a nuestros pies...

Mi tía Rosa hace rato sufría producto de sus problemas de columna, lo que le impedía moverse con la agilidad que hubiese querido ella... por lo que la violencia con que se movió el suelo no le dio pie para escapar o ponerse a salvo, siendo las paredes de su dormitorio las encargadas de sepultarla... con lo agitado del momento no tuvimos el tiempo de procesar lo que veíamos... ahora con mente un poco más fría, recién me puedo sentar a razonar algo más....

La tía Rosa era una persona de bajo perfil (como la mayoría de sus hermanos), siempre estaba presente dentro de la cotidaneidad, siempre estaba en el patio, siempre estaba entre nosotros, para dar una mano cuando se necesitaba o conversar de cualquier cosa... como olvidar cuando me dio almuerzo cuando mi mamá partía al hospital con mi abuela o cuando me auxiliaba con ingredientes para cocinar cuando me tocaba el sábado (riéndose por que nunca pensó que toaría una olla)... siempre sentí que no era muy buena para reirse, pero misteriosamente mis chistes siempre le sacaban una sonrisa, ahora será costoso no ir a golpearle la puerta el sábado en la mañana y contarle lo tarde que había llegado, lo caluroso que estaba Santiago o que me encontrara cada día más flaco (incluso me dijo una vez que empezara a comer de nuevo o iba a desaparecer)... no le gustaba la bulla, pero siempre recibía a sus nietos en la casa con los brazos abiertos y cuando chicos nos soportaba los gritos afuera en el pasillo... en fin, tampoco olvidaré cuando era niño, que pensaba que mi tía Rosa era la dueña del gato Tom, la que decía "Tomás... gato del demonio" (o algo similar)... por el parecido del personaje y ella, por lo que internamente me sentía sobrino de una famosa... en fin, son tonteras que uno se acuerda ahora y que lamentablemente surgen cuando no se puede hacer más...

Para cerrar, nada más que dar un eterno gracias a la Tía Rosa, con letras destacadas, por que creo que por las circunstancias de su partida, el tiempo no nos dio la chance de que supiera cuanto la extrañaremos y cuan importante era para todos los de Freire 1053, por que decía anteriormente, por que nos marcó en el día a día, donde más se extraña a los que parten...

Esta foto es del año nuevo 2010, donde mi tía fue mi amiga secreta....

4 comments:

chabex said...

me emocionan tus palabras, son esos pequeñitos detalles que mencionas los que hacen inolvidables a las personas.

Un gran abrazo, amigo, mucho animo y fuerza.

Anonymous said...

Compadre, que hermosas palabras sobre su tía, muy sentidas y sinceras. No sé que más decir. Aguante y mucha fuerza!

alinitaxula said...

Palabras lindas pero tristes, sólo enviarte ánimos y mucha fuerza¡¡¡
saludos desde SAntiago de Compostela

alinita

klavyta said...

Que emoción al leer tus palabras sobre tu tía, de verdad... pense en mi abuela que también tiene problemas para caminar y pensar que pudo ser cualquiera con ese sacudón que la tierra nos dio para recordarnos que no somos nada y nos creemos lo máximo...
Creeme que tu tía si bien no la conocimos quedara en nuestra memoria

Un abrazo :)